SISTEMA NERVIOSO

                                                    ¿Qué es el sistema nervioso?

Se llama sistema nervioso al conjunto de órganos y estructuras de control e información del cuerpo humano, constituido por células altamente diferenciadas conocidas como neuronas, que son capaces de transmitir impulsos eléctricos a lo largo de una vasta red de terminaciones nerviosas.

Es común al ser humano y la mayoría de los animales cordados, los artrópodos, los moluscos, platelmintos y cnidarios.

Este aparato de transmisión de energía química y eléctrica recorre el cuerpo entero y permite la coordinación de los movimientos y acciones del cuerpo, tanto las conscientes como las reflejas, a partir de lo cual se distinguen dos tipos de sistema nervioso: el somático y el autónomo. El primero se ocuparía de la conexión entre las extremidades del cuerpo y el cerebro, mientras que el segundo se ocupa de las acciones reflejas e involuntarias.


¿Cuáles son las partes del sistema nervioso?

El sistema nervioso del cuerpo humano se divide en dos conjuntos:

Sistema Nervioso Central (SNC). Encargado del procesamiento de la información recopilada por los sentidos y de la toma de acciones conscientes. Lo integran los siguientes órganos: Encéfalo y medula espinal y se divide en el cerebro y médula espinal.

El encéfalo. Su parte más voluminosa, que abarca el cerebro, dividido en sus dos hemisferios; el cerebelo, que integra las funciones motoras y está en la región de la nuca; y el tallo cerebral que conecta la médula espinal al encéfalo, compuesto por mesencéfalo, protuberancia anular y bulbo raquídeo.

La médula espinal. Prolongación del encéfalo que va por dentro de los huesos de la columna vertebral y a la que se conectan todas las terminaciones nerviosas del cuerpo. 

Cerebro: Es el órgano principal del sistema nervioso y controla la mayoría de las funciones del cuerpo. Se divide en varias partes, incluyendo los lóbulos frontal, parietal, occipital y temporal, el cerebelo y el tronco cerebral.

Médula Espinal: Es la principal vía de comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo. Transmite señales desde y hacia el cerebro.

                             



Sistema Nervioso Periférico (SNP). El sistema nervioso periférico se compone de nervios, que recorren el cuerpo y se dividen en dos grupos:

Nervios craneales. Son 12 pares de nervios ubicados, como su nombre lo indica, en la cabeza, en donde controlan la información pertinente al rostro, cuello y sentidos principales, conectándolo todo al cerebro.

Nervios espinales. Son 31 pares de nervios que controlan la información del tronco y de las extremidades, conectándose a la médula espinal.

Sistema Nervioso Somático (SNS): Se encarga de las funciones voluntarias y transmite señales desde y hacia los músculos esqueléticos. También transmite información sensorial desde la piel y los músculos al sistema nervioso central.

Sistema Nervioso Autónomo (SNA): Se encarga de las funciones involuntarias, como la frecuencia cardíaca, la respiración, la digestión y la regulación de la temperatura.




PRINCIPALES ENFERMEDADES:

Existen muchas enfermedades que pueden afectar el sistema nervioso. Algunas de las enfermedades más comunes son:

Epilepsia: un trastorno producido por una hiperactivación de determinados grupos neuronales los cuales por algún motivo se encuentran hipersensibilizados, y ante una mínima activación reaccionan anómalamente produciendo diversos síntomas como las típicas convulsiones (si bien estas sólo ocurren en el caso de las crisis de gran mal), pérdida de conciencia, descoordinación y descontrol de los músculos y vísceras, enlentecimiento y debilidad.

Tumores: existen una gran cantidad de tumores que pueden afectar al sistema nervioso, tanto si se originan en él como si éste se ve afectado por la metástasis de un cáncer en otra parte del organismo.

Síndrome de enclaustramiento: este extraño síndrome tiene su origen en lesiones del tronco del encéfalo o bien en las conexiones nerviosas.

Esclerosis múltiple: los trastornos desmielinizantes son un conjunto de trastornos en los que los axones de las neuronas van perdiendo de manera progresiva la sustancia llamada mielina, de gran importancia a la hora de trasladar los impulsos bioeléctricos a través del sistema nervioso.

Alzheimer: es la forma de demencia más común y se produce por la acumulación de placas tóxicas en determinadas zonas del cerebro. Es un trastorno degenerativo y que actualmente no tiene cura. 

Enfermedad de Parkinson: es un trastorno neurodegenerativo que afecta a las neuronas productoras de dopamina, un neurotransmisor implicado en el control del movimiento.

Enfermedad de Huntington: es una enfermedad hereditaria que provoca la degeneración progresiva de las neuronas del cuerpo estriado, una zona del cerebro relacionada con el movimiento, el aprendizaje y la memoria.

Esclerosis lateral amiotrófica (ELA): es una enfermedad que afecta a las neuronas motoras, encargadas de transmitir las órdenes del cerebro a los músculos.

Neuralgia del trigémino: es un trastorno que se caracteriza por un dolor intenso y punzante en el rostro, causado por la irritación o compresión del nervio trigémino.

Neuropatía periférica: es un daño en los nervios periféricos, los que conectan el sistema nervioso central con el resto del cuerpo. Puede tener diversas causas, como diabetes, infecciones, traumatismos o tóxicos.

Meningitis: es una inflamación de las meninges, las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal.

Células del sistema nervioso

En el sistema nervioso están presentes dos tipos básicos de células:

  • Neuronas
  • Células gliales

Las neuronas, o células nerviosas, son las principales unidades estructurales y funcionales del sistema nervioso. Cada neurona consta de un cuerpo (soma) y una serie de proyecciones que salen desde la neurona (neuritas). El cuerpo de la célula nerviosa contiene los orgánulos u organelos celulares y es donde se generan los impulsos neurales (potenciales de acción). Las proyecciones provienen del cuerpo de la neurona, conectan las neuronas entre sí y con otras células del cuerpo, permitiendo el flujo de impulsos neuronales. Hay dos tipos de proyecciones neuronales que difieren en estructura y función; los axones y las dendritas.

  • Los axones son largos y conducen los impulsos lejos del cuerpo neuronal.
  • Las dendritas son cortas y actúan para recibir impulsos de otras neuronas, conduciendo la señal eléctrica hacia el cuerpo de la célula nerviosa.

Cada neurona tiene un solo axón, mientras que el número de dendritas varía. Según ese número, hay cuatro tipos estructurales de neuronas; multipolar, bipolar, pseudounipolar y unipolar.

Hay dos tipos de neuronas, las cuales se nombran de acuerdo a si envían su señal eléctrica hacia o desde el SNC:

  • Las neuronas eferentes (motoras o descendentes) envían impulsos neurales desde el SNC hacia los tejidos periféricos, indicándoles cómo funcionar.
  • Las neuronas aferentes (sensitivas o ascendentes) conducen impulsos desde los tejidos periféricos hacia el SNC. Estos impulsos contienen información sensitiva que describe el entorno del tejido.´
El lugar en donde un axón conecta con otra célula para pasar el impulso neuronal se llama sinapsis. La sinapsis no se conecta directamente con la siguiente célula; el impulso desencadena una liberación de sustancias químicas llamadas neurotransmisores en el extremo del axón de la neurona. Estos neurotransmisores se unen a la membrana de la célula efectora, lo que hace que ocurran eventos bioquímicos dentro de esa célula de acuerdo con las órdenes enviadas por el SNC.



Células gliales 

Las células gliales, también llamadas neuroglia o simplemente glía, son células pequeñas no excitatorias que apoyan a las neuronas, pero no propagan potenciales de acción. En cambio, mielinizan las neuronas, mantienen el equilibrio homeostático, brindan apoyo estructural, protección y nutrición para las neuronas en todo el sistema nervioso.

Este conjunto de funciones ocurre gracias a cuatro tipos diferentes de células gliales:

  • La glía mielinizante produce la vaina de mielina aislante del axón. Estos se denominan oligodendrocitos en el SNC y células de Schwann en el SNP.
  • Los astrocitos del SNC y las células gliales satélite del SNP comparten la función de sustentar y proteger las neuronas.
  • Otros dos tipos de células gliales se encuentran exclusivamente en el SNC. La microglía son los fagocitos del SNC y las células ependimarias que recubren el sistema ventricular del SNC. El SNP no tiene un equivalente glial a la microglía, ya que la función fagocítica es realizada por los macrófagos.
La mayoría de los axones del cuerpo están envueltos por una sustancia aislante blanca llamada vaina de mielina, producida por oligodendrocitos y células de Schwann. La mielina encierra un axón de forma segmentaria, dejando espacios no mielinizados entre los segmentos llamados nódulos de Ranvier. Los impulsos neuronales se propagan sólo a través de los nodos de Ranvier, saltando la vaina de mielina. Esto aumenta significativamente la velocidad de propagación del impulso neural.


Medidas preventivas para mantener la salud
  • Alimentación equilibrada: se recomienda una alimentación natural y no procesada, que incluya frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, frutos secos, semillas, algas y proteínas de calidad.
  • Suplementos para el sistema nervioso: hay algunos suplementos que pueden ayudar a fortalecer el sistema nervioso, como las vitaminas del complejo B, el magnesio, el omega 3, el triptófano y la melatonina.
  • Sueño reparador: se recomienda dormir al menos 8 horas diarias en un ambiente fresco, silencioso y oscuro, sin estímulos visuales o auditivos que afecten el descanso.
  • Bienestar emocional: se recomienda evitar las relaciones tóxicas, el estrés, la ansiedad y la depresión, y cultivar hábitos que favorezcan la alegría, la gratitud, la autoestima y la relajación.
  • Ejercicio: se recomienda hacer ejercicio aeróbico moderado y sin pasarse, al menos 3 veces por semana, para mejorar la circulación sanguínea, la oxigenación cerebral y la liberación de endorfinas.
  • Observar la tensión arterial: se recomienda controlar la presión arterial y evitar los factores que puedan elevarla, como el tabaco, el alcohol, el café y el exceso de sal.
  • Tomar recesos durante el día: se recomienda hacer pausas cada cierto tiempo para desconectar de las actividades que requieren mucha concentración o esfuerzo mental, y aprovechar para respirar profundamente, estirar el cuerpo o escuchar música relajante.
  • Evitar accidentes que puedan lastimar el sistema nervioso en cualquiera de sus partes: se recomienda usar medidas de protección adecuadas cuando se realizan actividades de riesgo, como conducir, practicar deportes extremos o trabajar con maquinaria pesada.



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